Sin entrar en la discusión de quién tiene razón o a qué intereses responden los países involucrados, creo que es importante que la comunidad mundial repudie una posible guerra en nuestro continente. Con violencia no se resuelve nada y con un levantamiento armado sólo debilitaríamos y fraccionaríamos más a una región que ya se encuentra golpeada por la historia y por su evolución marginal. Si bien las acciones diplomáticas de los países Latinoamericanos son fundamentales para conciliar, siempre va a haber intereses particulares en el medio. En cambio es necesario y se suma importancia que la ONU (como Organismo Internacional que tiene como objeto facilitar la cooperación en asuntos como el Derecho Internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos de los países que lo integran) intervenga inmediatamente y trate de mediar imparcialmente en este conflicto.
Más que nunca la gente tiene que aprender que con violencia sólo generamos más violencia, odio y resentimiento. Es con la palabra, con el desarrollo de ideas, con la diplomacia y con el esfuerzo conjunto que podemos cambiar el curso del mundo.
“When the power of love overcomes the love of power, the world will know peace.” Jimi Hendrix
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