martes, 13 de abril de 2010

¿Cómo superar el mal humor?

Hoy me levanté en uno esos días en los que casi todo te irrita. Hacía varios meses que no tenía un día como el que tuve hoy. Motivos, un par, pero me los reservo. Ni siquiera tenía ganas de escuchar música, y eso sí ya es grave. Generalmente cuando estoy en un día medio bajón o de mal humor suelo escuchar música que acompañe ese estado de ánimo o que sea lo opuesto, ej: estoy enojado, escucho Megadeth o Hermética, por nombrar un par de bandas; si estoy medio depre puedo escuchar los temas más oscuros de Radiohead. Sino para levantar el ánimo pongo Pink Floyd, los Rolling o algún que otro buen Reggae y con eso cambio rápido de humor.

Hoy fue la excepción. Aún así me mantuve productivo en el trabajo y después fui a la facultad a cursar Estadística II. Yo soy muy partidario de que es una pérdida de tiempo estar de mal humor porque si. De que la vida hay que disfrutarla y que el mal humor no está en sintonía con ese pensamiento. Pero a veces es un proceso saludable. Está bueno descargar.

A diferencia de otras veces, hoy estuve bastante callado en el trabajo. Le avisé a mis compañeros que tenía un día complicado y me dediqué a pensar mucho. Me tomé varios recreos solo. Procesé mucho de lo que me tenía mal y con el correr de las horas fui cambiando la cara y la onda.

Otro mecanismo que uso es escribir. Escribo mucho más de lo que comparto en este blog o quizás en otros que supe tener hace varios años. A veces tiro ideas de temas para escribir en este espacio, otras veces letras de canciones sin música y otras poemas (ya son los menos). La música suele acompañarme en todos estos momentos. Cada tanto para romper con la cadena de malos pensamientos hago algo completamente distinto y produzco el quiebre. Levantarme y salir a caminar, leer el diario, chusmear el Facebook de algún amigo o conocido, aprovechar el metegol, los videojuegos o el pool del trabajo... incluso jugar un sudoku.

Evidentemente tengo un acercamiento muy racional. Siempre trato de ir hacia atrás y ver cuál es el desencadenante de las distintas emociones o estados de ánimo en los que me encuentro, ya sean buenos o malos. Me gusta saber cómo llego a donde estoy.

Como dije antes, hay cosas más importantes en la vida que estar de mal humor. Hacía casi tres meses que no estaba de mal humor. Hoy lo tuve, lo procesé y lo superé y pude seguir sin problemas con mi día laboral y estudiantil. Teniendo un estado de ánimo positivo podemos ver las cosas de otra manera, con mayor optimismo y energía que estando en un estado negativo o pesimista.

Creo que es clave tener nuestras emociones bajo control. No reprimirlas, pero sí saber administrarlas, entenderlas, usarlas. Si queremos estar bien en nuestra vida laboral, amorosa, con amigos o con la familia es fundamental evitar que nuestras emociones se metan en el medio, o dejar que las malas se mantengan en el tiempo y se conviertan en estados de ánimo.


Imagen tomada del blog El Antibuda

viernes, 9 de abril de 2010

El iPad se vino con todo


Hace una semana aproximadamente se lanzó a la venta el iPad, el último producto de la empresa Apple. Como era de esperarse, superó las expectativas de ventas en USA y se vendieron entre 500 y 800 mil productos solamente en su día de lanzamiento. Algunos proyectan ventas cercanas a las 10 millones de unidades en todo el mundo.

¿Qué es lo novedoso de este producto? Es una mezcla de smartphone y computadora portátil, toda con pantalla táctil. Tiene una pantalla de casi 10 pulgadas, conexión Bluetooth y Wi-fi y dependiendo de la versión, capacidad 3g. Además tiene la capacidad de utilizar el servicio iBookstore de Apple.

No pasaron siete días desde su lanzamiento y ya hay personas que proyectan cómo el iPad va a revolucionar las diferentes industrias. Recuerdo haber leído el año pasado un artículo que publicó Luciano Tourn en su blog sobre el futuro de la medicina y el uso de Internet y hoy con el iPad algunas de las cosas propuestas en dicho artículo pueden comenzar a tomar forma.

Según Tom Kaneshige, periodista de CIO.com, el iPad puede realizar un aporte gigantesco en la industria de la medicina. Pensar que los médicos pueden tener pizarras portátiles, con acceso a Internet Wi-fi, compartir diagnósticos en tiempo real, levantar información sobre los pacientes y tenerlas enfrente de ellos en el momento puede cambiar drásticamente cómo se diagnostican los pacientes y cómo se intercambia la información entre la comunidad de médicos. Antes con un iPhone era muy difícil ponerse a escribir sobre la pantalla. Ahora con un iPad eso puede cambiar.

El otro gran aporte, según el autor del artículo publicado en CIO.com, es que el iPad puede salvar la industria del periódico. ¿Cómo? El Wall Street Journal planea sacar una aplicación exclusiva para este aparato para leer el diario en él. A mi entender esta es la menos atractiva de todas y yo en particular no dejaría de leer las versiones online para recibirlo en mi iPad.

Dejando este último punto al margen, las posibilidades son inmensas en la medida en que se desarrollen aplicaciones que corran en el iPad. Todavía es muy nuevo pero de a poco vamos viendo gente que propone y otros que ejecutan y desarrollan.

Como último comentario, es notable la visión de negocio que tiene Steve Jobs. El tipo revolucionó la industria de la computadora con la Mac; luego de que lo echaran de Apple compró The Graphics Group y lo renombró Pixar. A los pocos años firmó un contrato con Disney y se podría decir que cambió la historia de los dibujos animados ya que entre sus producciones podemos encontrar Toy Story, Bichos, Buscando a Nemo, Monsters Inc, Ratatouille, Wall-E, y otros tantos más. En el medio fundó la compañía de computadoras NeXT, que luego sería comprada por Apple en casi 500 millones de dólares, quedando como CEO desde mitad de la década del 90. En el 2001 sacaron el iPod y revolucionaron el mercado de la música. En el 2007 lanzaron el iPhone y ahora el iPad. Sus líneas de computadoras mejoraron ampliamente sus diseños y continúan estando a la vanguardia de la innovación. Para mi, un genio y una de las personas más influyentes en la industria de la tecnología y las telecomunicaciones.