lunes, 13 de junio de 2011

¿Productos veloces?

Luego del escándalo que generó Maradona al decir que antes del partido de repechaje contra Australia en 1993 a los jugadores les habían dado un "café veloz" para mejorar su rendimiento, Pepsi se apalancó en este concepto para promocionar su nueva bebida en Argentina.


Mi curiosidad me llevó a hacerle click al banner de Pepsi y seguir el camino hacia la siguiente página:


Aquí se promociona una nueva bebida de PepsiCo con cafeína y ginseng, ambos componentes destinados a incrementar nuestra energía y mantenernos despiertos en esas noches en las que hay que estudiar mucho, trabajar horas extras o pasarla bien con amigos. Claramente le apuntan al segmento +18 años.

Lo que me preocupa es que éste es uno de los tantos casos de productos que promocionan cualidades destinadas a brindar más energía, para poder trabajar o divertirse más. Sin meterme a hablar sobre la salud, creo que solamente desde el punto de vista de los valores que queremos transmitir, este tipo de mensajes son malos. ¿A qué punto ha llegado la sociedad que está permitido comercializar productos estimulantes para aumentar explícitamente el rendimiento?

Los padres de chicos adolescentes seguramente le prohiben a sus hijos tomar Speed o Red Bull, pero si los ven tomando una Cafiaspirina o una Pepsi Kick probablemente no van a decir lo mismo, ya que las marcas que están detrás son gigantes con reconocimiento mundial. Lo que hace un buen marketing, una larga trayectoria y un presupuesto importante destinado a publicidad, ¿no?

Ahora la pregunta es si son las marcas las que están queriendo imponer estos productos o si es la población la que los demanda y las empresas simplemente cubren la necesidad del mercado. Creo que es un poco de todo, y es un ciclo que se retroalimenta a medida que pasa el tiempo y siguen surgiendo más productos y más publicidades de este tipo.

¿A dónde ha quedado la Responsabilidad Social Empresarial me pregunto? La RSE no es simplemente poner en las oficinas una caja de reciclado de papel a favor del Garrahan, o apagar las luces de las oficinas durante la noche para reducir el consumo de electricidad. La RSE es un concepto mucho más amplio que tiene que ver con compañías generando bienestar en la sociedad en la que se desenvuelven, no sólo a nivel ambiental, sino en calidad de vida, en generar valor, en promocionar la educación y ser ejemplo.

Pero qué podemos esperar de empresarios que cada vez exigen mayor productividad a toda costa...

Cuando no existe control ni protección a los consumidores, y se vive en una sociedad en la que los valores parecieran parte de los cuentos de nuestros abuelos, de sociedades más educadas y equilibradas, o de nuestros viejos, como cuando repiten que antes el tomate tenía sabor, todo se desvirtúa.

Por eso el cambio tiene que partir de nosotros mismos. Acá no existe el cuento del huevo y la gallina. La gente es la que compra. La gente es la que vota. Todo el resto es producto de nuestras decisiones como consumidores.

Así que a consumir mejor, en las góndolas y en las urnas ;-)

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