Escribo este post porque hace 5 días que soy dueño de un Kindle 3.
Hace dos semanas estuve viajando por Perú y para el viaje llevé tres libros y nada de música. Dado que durante 4 días hice el Camino del Inka, llevé uno de los libros que lo tenía a la mitad (Padre Rico, Padre Pobre) y otro que tenía ganas de releer (Siddharta). El Camino del Inka es una travesía difícil en la que se camina un promedio de 8 o 9 horas por día en la montaña, y en la que llevás tu mochila con botellas de agua, ropa, algo de comida y otros elementos importantes. Por lo tanto la cuestión "peso de mochila" es fundamental.
A mi retorno, volví decidido a cambiar mi hábito de lectura, y eso se tradujo en adoptar los libros electrónicos e ir progresivamente abandonando los libros tradicionales de papel.
En realidad yo leo e-books desde hace años, pero en formato PDF y en mi computadora. Incluso vengo utilizando el servicio de Google Books desde el 2007. Pero leer de la computadora es agotador para la vista, así que siempre los utilicé para referencia y/o lecturas breves.
Por este motivo decidí invertir unos pesos y comprarme un Kindle. Para el que no lo conoce, el Kindle es el lector de libros electrónicos de Amazon. Debo admitir que estoy fascinado con este aparatito. En primer lugar no pesa nada, y al tener 4GB de memoria podés almacenar hasta 3500 libros. Tiene Wi-Fi y conexión 3G, es decir que podés comprar en la tienda Online de Amazon sin pagar por la conexión. Una vez comprado el libro, se baja en menos de un minuto a tu dispositivo y se puede comenzar con la lectura.
El Kindle utiliza una tecnología llamada e-ink, que simula la tinta que normalmente vemos sobre el papel. Sumado a que la pantalla no tiene contraste, pareciera que estás leyendo una hoja con fondo gris pero impresa. Una locura! Su batería dura 1 mes sin el Wi-Fi activado.
El lector además se sincroniza con la cuenta de Amazon. Por lo tanto si tenés un smartphone o una PC con la aplicación de Kindle instalada, podés leer tus libros ahí también, retomando desde la página en donde abandonaste la lectura en el Kindle. Se puede subrayar y luego acceder a esos "Clippings" desde la página principal del aparato e incluso leer las frases subrayadas más populares (es decir, que han sido subrayados por otros usuarios de Kindle).
Amazon además ofrece miles de obras clásicas gratis para bajar desde su página. El Kindle además permite leer PDFs y archivos de Word.
Para empezar me compré el libro Vagabonding y ya tengo documentos de la facultad en mi Kindle, así que estoy ahorrando en impresiones y fotocopias. Por lo tanto el lector de Amazon ofrece un ROI muy alcanzable en el corto plazo. Además no cargo con libros pesados y no ocupa casi nada de espacio.
Debo admitir que me cuesta romper con el uso tradicional del libro, porque está muy presente todavía en toda nuestra vida. El papel en sí está presente. Yo leo diarios online, pero también recibo La Nación en mi casa los Domingos. Creo que progresivamente el mundo va a ir moviéndose hacia este tipo de dispositivos y me alegra ser parte de este movimiento, que además tiene beneficios ecológicos muy importantes.
Voy a seguir explorando mi Kindle y más adelante volveré a tocar el tema.